sábado, 22 de agosto de 2009

Spes Nostra.

















2 comentarios:

  1. Abrir este rincón trianero y encontrarme con la razón de mi vida es motivo suficiente para decirle Sr. Ramírez que, de todas las entradas que ha dejado, ésta es para mí la más bonita con diferencia.

    También le digo que mi amor por Ella es inabarcable, y que estoy perdida en la negrura de sus ojos para siempre. Porque Ella es el motor que impulsa mis días y que sin Ella, nada tiene sentido para mí.

    Gracias por este homenaje a la Vecina de la calle Larga.

    Un abrazo de Esperanza
    Elena

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  2. He de rezarte una Salve y no sé el modo
    capaz de poner a tus plantas tanta vida
    como corre por mi sangre agradecida,
    caudal de amor que en tu vientre desemboco.

    Sentir tu barrio soñando cada esquina
    en la inmensa primavera de tu rostro,
    y cruzando mi mirada con tus ojos
    volver de nuevo a aquella tarde herida:
    peso de ángel tu ser sobre mis hombros,
    peso frágil de nido y niña tu barbilla.

    Tengo que rezarte una Salve y no sé cómo,
    queriendo a tu memoria rescatarle
    la huella más remota, los más viejos rescoldos
    de mi historia y mi raiz sobre tus calles.
    Y te hallo atenta, amor, cuando te imploro,
    a ese ayer de mi gente en tu paisaje.

    Porque mejor que una salve… es una nana,
    pues te encuentro en el origen de mi gozo,
    en mi antiguo parentesco con Santa Ana,
    en la madre a la que rezan mis piropos,
    en el aire que lleva tu nombre: Esperanza
    y en la cuna de donde venimos: Triana

    (Fragmento de un Pregón de Semana Santa)

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