martes, 21 de julio de 2009

Vendo Opel Corsa.

O alquilo piso en Santa Cecilia que al caso es igual.
¿No les suena a panel de supermercado o a tablón de anuncios de la facultad o del currelo?
Pues sí -que ganas tenía de escribir este post- eso parece el pedestal del monumento que nos pusieron a la misma entrada del callejón de la Inquisición hace un tiempo, para recordarnos como revestimos de gresite nuestros cuartos de baño. Nunca he sabido si el monumento es en honor a los alfareros o a los ceramistas, que no son lo mismo, o si en realidad es a los gresiteros.
Un pedestal con ruedas, o mejor dicho con bolas de ruedas de cojinetes gigantes, de esas que usábamos los chiquillos para hacernos los patinetes. Puesto de helados le llaman algunos, quizá por su parecido a los mosaicos que hay en Chipiona o Sanlúcar en las fachadas de las heladerías de la Ibense, salvando las distancias claro está. A mi me recuerda más al carrito que traía el tío de los coquis cuando llegaba vestido de blanco, empujando aquel artefacto que portaba un panel agujereado lleno de deliciosos cucuruchos con merengue y bolitas de anís…y su cucharita.
Y entre gresite y gresite, losetita blanca con letra de soleá. Toma ya. Porque vamos a ver ¿qué tienen de relación intrínseca la alfarería o cerámica con el cante por soleá? ¿todos los ceramistas sabían cantar? ¿cantaban todos los alfareros? ¿era acaso obligatorio para entrar en un horno entonar aquello de “…y llévalo a la muralla, dale un buchito de teta, ya verás como se calla”?
Disculpen mi ignorancia pero no lo entiendo.
Y el niño. ¿dónde me dejan al niño? No tiene guasa el niño ni .
¿Pero que está haciendo el niño por Dios? No se si está sacando una tarjeta roja por vil entrada a Kanouté, o si le acaba de tocar el peluche de moda en la tómbola y enseña el boleto, o si consiguió una de las demandadísimas entradas para la final de Copa en la taquilla, o si es el abuelo que canta bingo y enseña al cielo el cartón después de salírsele la dentadura –fallo del supercorega-. ¿Y tiene ese niño edad para trabajar? ¿estamos ante un claro caso de explotación de menores? ¿Torrijos no se ha dado cuenta de eso?
Supongo que doctores tiene la Iglesia para estos asuntos, aunque no habría venido nada mal el dinero empleado en este monumento, para darle un arreglito a la fachada de la cerámica Santa Ana, que eso sí que es un monumento a la cerámica de Triana y lo demás son cuentos, tonterías y gresites.
Si Torquemada levantara la cabeza…
Lo dicho; vendo Opel Corsa.

4 comentarios:

  1. Y lo mejor, ese niño en cueros, que en verano entre el horno y el calor estará asaíto y en invierno se le tienen que congelar... todo.

    Ideas felices para urbanistas felices. En su mundo, claro...

    Un abrazo
    Elena

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  2. El niño en la mano tiene el último compa del Arrebato...

    Si es que no puesé, a saber en que estaba pensando Berlanga cuando hizo ese diseño, con lo bien que le salió el busto de Mairena...

    Un saludasso.

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  3. éste kiosko aquí está / pa que se arrimen los perros / y se jarten a meá... Encima se les olvida esta soleá del Niño del Bordillo.

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  4. Pues hablando de monumentos, el que le ha puesto a otro trianero de la Alameda.

    Chiculeo, precioso monumento, pero según la foto del periódico de hoy, al lado de la Niña de los Peines y de Manolo Caracol. Los tres juntos como si fueran a poner un Belén por lo civil.

    En cuanto al niño, "pa meterle fuego".

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